25 de febrero de 2012

Despegando de la pista “señor Turiel", para volar a pie de calle.

Desde que la Compañía Air Nostrum  anunció un recorte de vuelos en León,  pareció avivarse entre los leoneses el airado movimiento de protesta que había causado el abandono de Lagun Air, por cuanto supondría un paso más en el decaimiento progresivo de nuestro Aeropuerto. 


Unión del Pueblo Leonés, ante esta última funesta decisión, anunció que iba a convocar una manifestación reivindicativa, para la pervivencia de las instalaciones y la consecución de vuelos competitivos en precio. La fecha elegida el día 10 del próximo marzo.

El 23 de febrero,  la plataforma  Más Vuelos,  reunida en las propias instalaciones del  Aeropuerto, muy bien presidida sin duda alguna y con la bandera leonesa, nos propone otra manifestación para el mes de abril.  Sindicatos, Fele, Cámara de Comercio y colectivos sociales no especificados, estuvieron presentes, dice la noticia, y entre todos decidieron hacer caso omiso de la anterior, y orquestar otra para que no se “politice” la protesta.


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Durante la reunión se señaló, como  último daño que nos causa el ente autonómico: el de favorecer al Aeropuerto de Valladolid en detrimento del nuestro.
   

¿Quiénes son los culpables?

Respuesta clara: los políticos que autonómicamente tratan de dirigirnos. Ideologías políticas progresistas unas y conservadoras  otras, al unísono están sacando adelante una Comunidad que nos abraza a los leoneses hasta dejarnos sin aliento. Lo de aeropuerto es un dato más.

Los leoneses con nuestro voto hemos aupado a los escaños autonómicos, que ahora ostentan, a los “nuestros”, y ellos haciendo caso omiso de nuestras reivindicaciones, fieles a sus “superiores” se callan y admiten que sigamos sojuzgados por el ente  en todas las facetas, en las que lo socioeconómico es tan perentorio en estos momentos que se impone a todo lo demás.

Así las cosas,  e iniciado el movimiento ciudadano, formularemos otra pregunta: ¿A qué ideología política se debe UPL?  Desde mi punto de vista la respuesta también es clara: A ninguna. Y en función de ello no aprecio la politización justificativa evocada para  el acto que esta formación promueve. Otra cuestión es que, a algunos, les pueda ofender el leonesismo que la da vida, tal vez por  una mala interpretación de este sentimiento; o por que el comportamiento anómalo de pasados miembros de la formación les siga influyendo.  
¿Acaso ignoramos, a estas alturas,  que UPL  no da soporte al ente autonómico?





No tengo intención de hacer una defensa, o,  más allá aún, una alabanza de UPL, esta formación sin duda tendrá sus propios voceros, sus exégetas para dar a conocer sus intimidades leonesistas,  mi voluntad pasa por dejar una reflexión sobre lo que me ha suscitado todo lo que he  tratado de exponer.  Ésta es:

Los leoneses, entre otras cosas, haciendo gala de nuestro individualismo contumaz, o celosos de  protagonismo, demasiadas veces nos dedicamos a poner las cosas muy fáciles al partidismo de los políticos de aquí y de allá.  Dividir la supuesta fuerza ciudadana que tenemos, es el mejor regalo para los autonomistas que nos controlan desde el ente. Que, no lo olvidemos, trata de castellanizarnos.


10 de febrero de 2012

Se cree el gran Corregidor autonómico

Las declaraciones de León de la Riva, políticamente, van poco más allá de recordarnos las injustas razones por las que nos arrojó el señor Martín Villa a un ente de dominación castellana, o más bien, y en puridad, debamos decir vallisoletana. Y es ahí, en este poder que se arrogan los autonomistas del ente autonómico, donde nace  el incontenible deseo de serlo de la capital de la Comunidad del alcalde de Valladolid
Su ciudad es la mejor, la más importante, la más sufrida, y por ello demanda más atención autonómica. Sin olvidar  el “sacrificio” que supone ser el centro de todo tipo de poder comunitario. Y debe ser premiada también con la operatividad exclusiva de su aeropuerto de Villanubla. Claro, el de León sobra.
Conviene recordar aquí que personajes como él son los que frenan toda posibilidad de comunidad de deseos compartidos, al generar más rechazo en los leoneses, ya de por sí nada proclives a Valladolid; y, autonómicamente, opuestos a mezclar su nombre en el seudónimo castellanoleonés.
En otro orden de cosas, no está de más recordar el pasaje reciente de este señor, León de la Riva, al que alguien le colocó  aquello de: “bastante tiene para él con tener que llevar de por vida el apellido León”, recordar digo, cuando se retrato públicamente con lo de los labios de Leire Pajín: “cada vez que la veo la cara y esos morritos pienso lo mismo…”, no lo dijo, quedó para la imaginación de cada cual, lo que no sé si no es peor aún.  
Valladolid no es por Estatuto la capital, pero sí  la han acoplado los políticos de allí todos los beneficios de la Comunidad, lo reconozcan o no;  y claro, para que haya poderosos con todas la prerrogativas, ha de haber también ciudadanos de a pie que den pábulo a todo ello. Y en esta situación de aceptación nos quieren hacer estar “nuestros políticos”.
Al PP de León, parece haberle molestado lo de la capitalidad que se arroga el ínclito de la Riva, al menos así lo ha dicho el portavoz en el Ayuntamiento: López de Benito;  y pregunto  ¿dónde está la razón de que esto si ofende, y el estar sojuzgados los leoneses en un ente indeseado no?  Hay una razón sencilla, de cara a los leoneses,  lanzar esto a modo de reivindicación  les sale gratuito desde el punto de vista partidista,  su jefe autonómico se lo permite, y aquí aparecen como defensores de León, o incluso más allá,  de lo leonés; cuando lo real es que están transigiendo con todo lo que dicta el ente.


4 de febrero de 2012

Fabián Estapé y el leonesismo

Un emotivo recuerdo

Estapé comprendió al leonesimo, y fundamentalmente lo que los leonesistas siempre hemos defendido en el proceso autonómico: Autonomía para León.


           Su condición de Catalán y conocedor de los procesos autonómicos vividos en la España de la transición, le hacía ver claramente cómo a los leoneses se nos había escamoteado el derecho constitucional de elegir nuestra propia autonomía. De tal modo que, cuando desde Ciudadanos del Reino de León, organizadores del acto reivindicativo, le pidieron su colaboración en forma de un comunicado que recogiera nuestra vicisitud autonómica, respondiera con rapidez comprometiéndose a ello.

          En un pequeño tablado que se había montado en la plaza de la Catedral, le podemos ver sentado, cuestión de impedimento físico le imponía tal cosa,  leyendo  ante un micrófono el manifiesto que elaboró con tanta prontitud como precisión. Allí había finalizado la manifestación del 3 de Junio de 2006. Los leoneses acudían una vez más a la reivindicación  de su autonomía.
          5.000, solo es un número, el de los concurrentes a la manifestación,  pero sin duda entraña un gran valor, viniendo a demostrar que no estarán nunca los leoneses, los de cada momento, dispuestos a hacer dejación de su derechos constitucionales.
          Seguro que no olvidarán los concurrentes una enjundiosa frase del profesor: “Los leoneses no somos ciudadanos de segunda”, complementada con aquello de: “reclamamos nuestro derecho a la autonomía que nos reconoce la Constitución.
Sencillamente gracias, profesor Estapé, no estamos acostumbrados los leoneses a que se nos brinde ayuda.   
 

          La Manifestación que arrancaba de la plaza de Guzmán, y lo hacía encabezada, como vemos en la foto, por una pancarta que pedía AUTONOMÍA LEONESA ¡YA!  supuso un nuevo aviso al ente autonómico que llaman Castilla y León, centralizado en Valladolid de hecho y por imposición, ¡los leoneses no claudican!          
         El profesor Estapé, se ha dicho, y con justeza, que fue uno de los mejores economistas del siglo XX, vivió sus últimos años entre nosotros, nos comprendió y quiso ayudarnos.  Nuestro agradecimiento. Descanse en paz.



3 de febrero de 2012

Descafeinar el leonesismo

          Alejandro Valderas es hoy el único representante electo del leonesismo político en las Cortes Autonómicas,  y por añadidura puede y debe ser, desde mi apreciación, el del leonesismo reivindicativo social leonés.
        Viene todo esto, que parece sencillo y encierra gran complejidad, a propósito de lo apuntado por el procurador en el Filandón del día 1 de febrero del presente año. Se encabezaba así la noticia:

        «Unir el leonesismo no produce ningún beneficio»
                   Germán Gavela, Alejandro Valderas, Roberto Núñez y Felipe Ramos, en un momento de la tertulia. Ramiro
dl | león 02/02/2012
Y continuaba:
           El leonesismo “es como el Guadiana. Aparece y desaparece en política. Y ahora al leonesista Alejandro Valderas le ha tocado aparecer, eso sí lejos de León en «territorio regional», como procurador de la UPL en las Cortes de Castilla y León”.     


          Quien redactó esto no pudo sustraerse a la tentación de llamar región al territorio que abarca el ente que nos ha atrapado, no sé con qué intención, positiva ninguna y aunque lo entrecomille, personalmente me escuece el término así aplicado. En puridad los leoneses no podemos aceptarlo, pues nos despoja de la propia territorialidad.
          El leonesismo como movimiento político, o como movimiento social reivindicativo autonómico, lo estamos viviendo ahora; lo del Guadiana, que desaparece y vuelve, no le encaja.
          El leonesismo, anidando en el “ser leonés” y expresado como sentimiento popular, siempre ha estado ahí, aun cuando no sea contrastable más allá de la valoración de hechos y comportamientos individuales y colectivos que lo ponen en valor.

           Si exceptuamos lo de “unir el leonesismo no produce ningún beneficio”, que rechazo de plano,  otras cosas de las que apunta el procurador autonómico por UPL puedo compartirlas,  en principio como paisano, pues aun siendo su escaño por UPL,  la obligada procuraduría le lleva a velar por lo leonés en general, como parece ser su mayor ocupación.  Hasta ahí bien,  el problema es si para ello, hace abstracción de los postulados leonesista.
           Suavizar las formas  para que los oponentes en el hemiciclo autonómico, que lo son todos, incluso “los nuestros”,  los de León,  no se enfaden, no pasa de ser una caída en el vacío.
         Finalmente repito algo que ya dejé dicho con motivo de su nombramiento como procurador: En el ente autonómico sonreír lo justo. Halagar, innecesario. No estamos allí para dar carta de naturaleza al ente autonómico, sino como dolor permanente de una afrenta autonómica y para que la personalidad leonesa y nuestra identidad cultural, no sufran menoscabo.
          Y sin la menor duda para que lo económico-social que nos pertenece en el ente, no nos sea escamoteado. Como ocurre cuando señala: “Aquí cuando se reparten los presupuestos, la mitad son para Valladolid y la otra mitad para el resto”.
           La denuncia está bien, o mejor muy bien; pero ahora procede valorar en cada partida presupuestaria, por uno u otro concepto, cuánto se nos escamotea, y  contarlo a los leoneses con la explicación pertinente. También sería muy conveniente incluso que, con una comparativa bien documentada, a cada partida se contrapusiera lo que como región autonómica nos pertenecería.