1 de abril de 2024

Llega, pasa…, y deja huella

 La Semana Santa Leonesa

Un año más...



Es ésta la primera vez que hago un cierre o reflexión, entre creencia y  tradición  cuando apenas hace “un par de días”, que terminó el ciclo procesional de la Semana Santa legionense.   Naturalmente es  la de hoy una vivencia personal, y un tanto atípica, dado que lo es desde la distancia…, física, no anímica.

En internet está el medio que me permite vivirla al momento. Hay variada oferta, pero de modo muy personal, prefiero el seguimiento que Francisco Jesús López Berciano, en directo nos ofrece a pie de calle,  y en cierto modo incorporado al cortejo,  desde años atrás. Es de agradecer su saber estar, tesón y sereno acompañamiento con su personal equipo que  casi pone el foco, que pasa a ser mi atenta mirada,  en detalles procesionales que no por conocidos dejan de llevar interés, mezcla de nuevo y comparativo en la memoria de cada cual.

Presto gran atención, de modo muy emotivo, a la procesión de Los “Pasos”. Y así el Viernes Santo, desde las 7,15 este año estuve con él ante la puerta de Santa Nonia. 

Cuando era vecino, años de niñez familiar, salía a situarme en tal lugar, pero entonces aún estaba en pie el Hospicio Cuadrillero. Tempranito  y abrigado, ocupaba una ventana que me permitía ganar altura en la mirada. Entonces no se ponían carpas, todo salía de la sencilla iglesia.

Con el Nazareno, de expresión corporal vacilante, de mirada interiorizada y sufridora, en sencillas andas, asistido en el porte de la cruz por un Cirineo de ropaje sencillo como debía ser, la Cofradía de Jesús "acababa de poner lo mejor” en la procesión. 

Tocaba moverse.  Muy niño aún,  me trasladaba diligente hacia la calle Hospicio para  seguir viendo otros pasos, y cuando ya la Dolorosa  se encaminaba por la estrecha calle, volvía presto a casa, ¡había que desayunar! 

Unos años más en la vida, ya crecidito, cuando el Nazareno, bien acogido musicalmente, por cornetas y tambores, estaba en procesión,  bien mecido y con cariño trasladado, yo salía presto hacia Carbajalas esquina a Castañón, la más de las veces, para situarme  en la calle corta, desde donde, en primera línea a ser posible, me gustaba ver las vicisitudes de los hermanos braceros en tan  problemático  discurrir.

Allí me ha llevado también  López Berciano estos últimos años. En tal entronque, pero no plenamente estático, dando control y forma a su buen quehacer y observación de los posibles detalles, me ha permitido ver ocupando un lugar que requería buen madrugón, al que fue alcalde legionense, Antonio Silván, cumpliendo con un compromiso personal de papón de acera.  Donde no pueden pasar desapercibidos los saludos  que cruza, de afectuoso agrado parecen, con  algunos papones en procesión. Diré que no le da protagonismo la cámara, pero tampoco le  huye, esto es así. Un leonés más en tal momento.

En su proceder político local antaño, o senatorial ahora, siempre ha sido objeto de mis comentarios de opinión,  discrepantes, más hoy no toca esto, sino citarlo como conciudadano que se muestra tan tradicional; y en tal punto coincidimos.

Antes de hacer un comentario final sobre El Encuentro, quiero traer aquí un enfoque  o mirada de cámara, para la contemplación del mecido del Nazareno, entrando en Escurial en su rigurosa estrechez. Desconozco el autor que nos lo proporcionó. No anoté quien nos lo ofrecía, perdóneme por ello,  pero su cámara de vídeo bien emplazada en un balcón no muy alto,  a la altura justa,  casi parecía querer hacernos ver, no una figura rígida movida, sino un Nazareno con anhelante paso que vacilaba en su marcha.  Bien es verdad que ayudaba el cíngulo superior de la túnica que iba y venía en pendular movimiento acompasado al ritmo de los braceros

Llegamos al punto clave.  La Plaza Mayor de Legio, el programado Encuentro, los trece pasos en inmejorable estampa, en tanto el personal, el público asistente sentado, en sillas dispuestas a tal fin,  que hubo de pagar entrada,  espera el momento cumbre, en el que  frente a frente, La Dolorosa y San Juan, se produzca la genuflexión de los braceros de los primeros puestos del "paso" del discípulo. 

De hace muchos años, bastantes, conservo una gran fotografía, entonces estábamos de pie  en el centro de la plaza, “rodeando” al Nazareno, y contemplando el momento. Conseguí identificarme en ella. Se publicó en  Diario de León, y aún la conservo. Entonces no se aplaudía, había recato predominante. Pero hete aquí que el señor Obispo también aplaudiendo en 2023, como dije en DL en artículo de opinión,  dejó bendecido el aplauso procesional. No sé si llegará a ser honda huella.

  

9 de enero de 2024

Una Comunidad llamada León-Castilla


    La vida es sueño . . .

    Relato/ensoñación

   

   La dictadura había tocado a su fin. Corrían aires de libertad tejidos entre temores, en este país llamado España, cuyos ciudadanos, sin ser súbditos ni vasallos, habían actuado como obedientes forzosos, a regañadientes unos, por temor otros, no faltando muchos “pasotas” y los que iban a gusto en el carro del Régimen.

   Los hombres y las mujeres con vocación política, llegado que fue el momento de la transición, se aprestaron a tomar posiciones en los nuevos “roles” de los viejos partidos: PCE, PSOE; la derecha de siempre, ahora AP; y un novísimo Centro de conveniencia llamado UCD; más o menos, no importa demasiado la precisión.

   Sí nos interesa destacar, la presencia de un leonés en el partido que alcanzó el primer gobierno de la democracia: UCD. “Nuestro hombre” en él, supo actuar como ministro y también encarrilarnos en tema tan difícil, como era el autonómico.

  En la España de las autonomías, “nuestro hombre”, sin dudar nada, nos ha promocionado, y con sus “congéneres” de aquí, del rol político leonés, nos han situado a la cabeza de un colosal Ente autónomo llamado León y Castilla

   La Junta, órgano de gobierno y de la administración de la Comunidad citada, se asienta y efectúa sus reuniones transitoriamente en la deshabitada iglesia de Santo Martino de la capital leonesa, preparada y acondicionada a tal fin.

   Y en el castillo aledaño, de connotaciones carcelarias recientes, y aherrojamientos medievales de rebeldes condes castellanos antaño, han sabido disponer despachos y oficinas.

   Las Cortes autonómicas, ¿dónde ubicarlas mejor, al menos en ocasiones de privilegio, que en la Sala del Pendón de Baeza, en San Isidoro?

   La memorable efeméride de abril de 1188, cuando Alfonso VIII de León convoco a Cortes en el claustro de esa basílica, por vez primera al Pueblo, apuntando con ello un incipiente parlamentarismo, sin lugar a dudas avala fielmente este emplazamiento

   La capital autonómica es Zamora. Salamanca la capital cultural y del patrimonio territorial,  y los ciudadanos, el pueblo autonómico, se llamará en el futuro leonés-castellano. Los territorios correspondientes a las nueve provincias que la integran, seis castellanas viejas, y las otras tres de la vigente Región Leonesa compondrán, por decisión política, una sola Región, sin consulta popular, soslayando el respetuoso mandato constitucional.

   Cierto que ha habido protestas, manifestaciones de rechazo una y más veces en Valladolid, Burgos, Segovia…., pero aquí, en León, región, siguen la capital, las Cortes, las Instituciones autonómicas……

   A pesar de cantarles las excelencias de esta Comunidad, los castellanos luchan por desmembrarse. ¡Qué absurdo! ¡Qué cosas hay que oír! ¡Serán separatistas los muy…!. Ni el mapa autonómico, que les decimos está cerrado, quieren respetar…

                                                                                                                    y los sueños, sueños son.


Ni lo uno ni lo otro.  Sí respeto constitucional. A cada uno lo suyo, en libertad.

Publicado en mi libro: La lenta agonía de la Identidad Leonesa, año 2008


22 de diciembre de 2021

Navidad 2021


                       Ved el  gran copo colgado que señala una torre de nuestra Catedral de Legio

Iluminado estará más bello. No lo dudo,  otra cosa será que alguien consiga la fotografía y la publique.  Ésta, cuya autoría ignoro, es cortina, velo o ilusión en copos.

La Catedral. Sus torres nos elevan. Sus vitrales nos iluminan. Su enorme presencia nos conforta… más, “de piedra una plegaria” que dejó dicho Pinto Maestro marcando otro sentimiento acogedor y trascendente, si participa el espíritu.

Para la ocasión acudo al de la Navidad, y  con él acompañado publico mi felicitación

                                                                      ¡para todos!     

                                                ¡Feliz Navidad 2021!  

 


                                   
     El árbol de Raigañu nos identifica    


27 de mayo de 2021

Lectura de los Decreta, nostalgia controlada



 

El día 28 de mayo de 2021 a las seis de la tarde, en la plaza de San Isidoro, se procederá a la lectura de los Decreta. ¡Feliz día popular de exaltación de tan importante efeméride leonesa!


Entiendo como hermosamente reivindicativo y lleno de compromiso histórico, el acto de la lectura de los Decreta, máxime cuando tiene lugar en la plaza de San Isidoro y su contenido legislativo es lanzado con voz ciudadana, al moderno vivir que nos estamos dando en democracia. En verdad por gente del pueblo leonés actual, y hacia el mundo.

Con honda satisfacción quiero dejar constancia aquí que he participado en la lectura desde el primer día. Mérito ninguno. Oportunidad brindada por Juan Pedro Aparicio junto a José María Merino, artífices de tal momento, acontecimiento diría mejor, del que fueron promotores. Una feliz idea en la que siguen. Surgiría un Grupo que se dio a conocer como Amigos de los Decreta, con vocación de compromiso leonés.

«Buenos hombres y Buenas mujeres», viceversa o a la par, que tanto monta en nuestro León (Reino), en acompañamiento mutuo vienen o venimos poniendo la voz en un acto que nacía con vocación de entrar en la senda de lo tradicional y ¡camino de ello va…!, desde hace cinco años.

El coronavirus que nos viene acechando, y con saña nos ataca, el año pasado obligó a que la lectura no pudiera ser presencial. Se hicieron grabaciones personales, y bien montadas con todo el arte que reclamaban, salió el vídeo al dominio público en la fecha correspondiente. Trámite cumplido y satisfacción compartida. Es bueno consolidar, con firmeza y sin peligrosas pausas.

Este año 2021, tampoco pudo hacerse la lectura en abril, el mes que el joven monarca Alfonso convocara al pueblo en 1188. Pero nada más que mayo brindó la posibilidad de retomar lo vivo, lo presencial, quienes dirigen y organizan el acto se han aprestado, con muy buen criterio, a realizar en vivo y en directo tan transcendente lectura cargada con la esencia de su momento: libertad y gobierno.

Así las cosas, cuando el día 12 de mayo me puse ante el ordenador para redactar una breve misiva, a fin de transmitir la imposibilidad de acudir para la lectura, la nostalgia me iba frenando a medida que progresaba en las explicaciones, me costaba asumir que no era un fallo mío. Al fin, en la fuerza mayor, en el impedimento sobrevenido, parecí encontrar la templanza que me llevara a «romper» este año el compromiso tradicional de leer la parte de los Decreta que me había sido asignada.

Puede que este relato de sencillos hechos, cuando vea la luz, el lector interprete que no va más allá de unas letras melancólicas; puede, pues en parte caminan por la senda de la añoranza del día, el lugar, efeméride e hito. Como leonés comprometido, confieso que desde el primer instante me he considerado pueblo, lo de «Buen hombre…», se intenta. Como un ciudadano más leerá este año, de forma presencial, el leonés José Antonio Diez, a la sazón alcalde.

Siempre he querido valorar y comprender el posicionamiento de los leoneses a los que el rey en 1188 decidió invitar a que formaran parte de sus Curias. Y sobre todo, cuál sería el grado de sorpresa ante lo novedoso del comportamiento del joven monarca que ya quería, desde su inicio, contar con la colaboración del pueblo. El vasallaje quedaba atrás, seguirían siendo pueblo, sí, pero ganando libertades, participando en tareas de gobierno, estando al lado del rey que, autolimitándose en su poder, buscaba su participación.

Momento de enorme significación y trascendencia, para el que el pueblo de entonces idealizadamente se concitara así:

  •          El sonar de las campanas concejiles frena nuestros afanes laborales.
  •          Ya nos convocan, ¡hay reunión vecinal!
  •          concejo donde, en libertad, elegir a Buenos hombres
  •          su presencia en la gran Curia demanda el rey.
  •          En tareas de gobierno local bien entrenados
  •          sin faltar a nuestros intereses de concejo  
  •          en tan magna  Asamblea en mudo silencio no caerán 
  •          lo prometen 
  •          representando al pueblo, ¡allí estarán!

  • La iniciación del parlamentarismo en 1188, bien merece un monumento, su recreación cabal en piedra o en bronce. Un grupo escultórico realista que inmortalice el acto: el rey, más un personaje por cada estamento.

Otra demanda: Una composición musical para coro y orquesta que cante y cuente la Magna Curia sus prolegómenos y el resultado final de libertades; en forma de Sonata por ejemplo. Y cuando sea posible: La presencia del rey de España, que lo es del Reino de León, para proclamar su reinado y tremolar el Pendón Real. Y si procede, la lectura que a él corresponda. Ya hay gestiones…

      

https://www.diariodeleon.es/articulo/tribunas/lectura-decreta-nostalgia-controlada/202105221402532115427.html